Bueno, de nuevo la Peña Motera “La tostá” en acción. El domingo pasado, de una manera un poco precipitada (aprovecho para pedir disculpas a Juansenaguer por no avisarle de la ruta, pero como ya digo fue un poco sobre la marcha), nos fuimos de ruta hasta Cuadros, un paraje precioso situado junto a la localidad de Bedmar, en plena Sierra Mágina.
Quedamos en el lugar de costumbre, a la hora de costumbre, y salimos con el retraso de costumbre por culpa del de costumbre (un saludo dinamo ). La ida la hicimos a un ritmo tranquilo dando un poquito de vuelta para subir el puerto de Mágina (1200 mts.), con un piso perfecto y unas curvas mejores aún. Las vistas desde allí, tanto en la subida como en la bajada eran majestuosas (lo siento, no hay fotos).
Como no podía ser de otra manera, al rato de iniciar la marcha paramos para hacer honor al nombre de la Peña y degustar una magnífica “tostá”
Una vez llegamos a Cuadros, dejamos descansar las máquinas
Y nos dirigimos rumbo a la ermita y el torreón
Para llegar había que subir por aquí
Esta es la entrada al recinto de la ermita
Y esta es la ermita
Esos chorros sí que son de agua mineral natural y no lo que compramos en botella. El agua estaba para no parar de beber, tanto por su sabor como por su temperatura
Esto es el interior de la ermita
Aquí tenéis a los moteros (qué bonicos estáis ), salvo un servidor, que estaba detrás de la cámara
Las vistas desde este lugar tampoco tienen desperdicio alguno
Al torreón no pudimos subir, puesto que el acceso estaba cerrado. Aunque siendo sinceros, nos ahorramos un montón de escaleras
Luego bajando hasta el río
Nos encontramos con este tipo de construcción que no es muy habitual ver por aquí; vamos, más bien es muy raro ver por aquí
Una vez en el río
Llegamos a una cueva por donde discurre el río y que hace las veces de “piscina” para los más atrevidos
Desde aquí nos fuimos al área recreativa, a unos 2 km.
Toda una preciosidad. Junto al río, en la misma orilla, hay un montón de mesas cubiertas por un montón de adelfas, con sus preciosas flores, que se entrecruzan unas con otras impidiendo que el sol llegue al suelo, de color rosa por la cantidad de flores caídas que había. Un lugar de ensueño para pasar un perfecto día de campo. La foto no hace justicia de la belleza del lugar
A la vuelta, como no podía ser de otra manera, nos paramos a refrescar las gargantas, en esta ocasión en el Bar Jamón, otro de los muchos y buenos bares de Linares.
Seguro que no os imagináis, sobre todo la gente del centro y norte, como se tapea en Jaén, pero sobre todo aquí en Linares. Sólo por eso sería interesante hacer una quedada por estos lares.
Un saludo.